KUNG-FU TAI-CHI-CHUAN
ACLARACION DE TERMINOS RELACIONADOS
KUNG-FU. TAI-CHI. CHUAN. CHI-KUNG.
Articulo original de Félix Bargados. Todos los derechos reservados.
Articulo original de Félix Bargados. Todos los derechos reservados.
No está de más que, ahora mismo y de una vez por todas, plantemos cara a lo que parece ser una confusión en términos de uso habitual, que mal comprendidos, como lo son, dificultan el entendimiento correcto del Tai-chi-chuan, y de la buena comunicación entre las personas.
Bien sabido es, que el término Kung-fu se relaciona con el Tai-chi-chuan, que es el tema que ahora nos ocupa. Y asimismo, a tono general, es inevitable también reconocer que es el término mas conocido por todos nosotros, los occidentales, para referirnos a las artes marciales chinas.
De modo que, estamos en la obligación de comenzar con algunas precisiones en lo que atañe a su significado. Me refiero al significado de Kung-fu, para romper el hielo.
Por razones no muy complicadas de entender, de las que entre las cuales nos parece evidente aludir a la famosa serie cinematográfica del mismo nombre (Kung-fu), muchos tienen el prejuicio, de que Kung-fu se refiere al arte marcial rápido y fuerte que se desarrolla en China. Pero en China, el Kung-fu no define solamente las artes marciales, sino que realmente se utiliza para designar cualquier cosa que requiere “maestría” y “tiempo” para ser realizada y dominada.
Literalmente Kung-fu quiere decir “trabajo-tiempo maestro” y se relaciona con un cierto desarrollo performativo interior de la persona.
Así que para completar el panorama concluiremos con que, trabajo y tiempo, se hacen valer un significado más profundo.
Trabajo para equilibrar la esencia de la mente con las técnicas que se estén realizando.
Tiempo para desarrollarse de manera espontánea, tal y como crece una flor libre de deseos y emociones.
Dicho de otro modo, el Kung-fu abarca incluso más terreno del que ocupan los artes marciales, y puede referirse, por tanto, a cualquier disciplina que se pueda enmarcar en las características antedichas.
En otro orden de cosas, el Kung-fu, entendido como marcial, puede ser dividido de la siguiente forma:
Según la zona geográfica.
Estilos del norte.
Donde la temperatura es más baja y las poblaciones son de más envergadura, se ha impuesto sobre todo la utilización de la patada y de la lucha. Utilizando movimientos largos y juego de piernas muy vivo.
Estilos del sur.
Donde el clima es cálido y húmedo, y las personas son mas bajas y ligeras, se han desarrollado técnicas mas sofisticadas, realizables en su mayor parte con los miembros superiores.
Según el tipo de trabajo
Estilos externos.
Dichos estilos otorgan toda la importancia al entrenamiento físico y de las cualidades atléticas utilizando principalmente la fuerza y la velocidad.
En los estilos externos se utiliza el término “li” que quiere decir potencia-muscular.
Estilos internos.
Estos ponen el acento en el trabajo interior, en la energía interna, y en la utilización de los tendones antes que los músculos.
En estilos internos se utiliza el término “jing”, que significa potencia-refinada.
Concluyendo, recuérdese en paralelo que mientras el “li” esta destinado a disminuir con la edad, “jing” es potencialmente inagotable y puede ser mejorado continuamente con la práctica correcta.
Por todo lo dicho anteriormente, el Tai-chi-chuan se puede interpretar como un estilo de kung-fu del sur e interno.
Ahora bien, dejando de lado lo del término Kung-fu y conforme a otro concepto, cabe una nueva apreciación.
¿Por qué unas veces se dice Tai-chi y otras Tai-chi-chuan?
¿Es correcto afirmar que alguien practique Tai-chi y otra persona Tai-chi-chuan?
¿Son dos cosas diferentes?
Como dijo Jack el Destripador, vayamos por partes.
Tai-chi es un término que representa una idea, solamente una idea. O si se prefiere, un concepto, tan profundo como evidente, sobre lo que en filosofía taoista denominamos “máximo-supremo”, o si así se quiere, “el máximo eje supremo”.
Expliquemos esto desde otro punto de vista. En la cosmología China, se supone algo a duras penas imaginable por su perfección suma. Que justo antes del big-bang hubo un momento de máximo equilibrio donde los opuestos no fluctuaban como ahora en el Universo, de un extremo a otro, sino que el equilibrio era tal que no había desfases hacia los opuestos. Este momento ideal es el Tai-chi, y se representa con el símbolo mundialmente conocido de dos peces, uno blanco con un ojo negro y otro negro con un ojo blanco, fundiéndose en un círculo, en donde un eje imaginario equilibra las fuerzas opuestas.
De modo que, se antoja sencillo anotar que, Tai-chi significa literalmente “el máximo eje supremo”.
Tai: lo máximo.
Chi: eje supremo.
Ahora bien, si se trata de dar un paso más, lo suyo es añadir que, el Tai-chi se origina desde el vacío (wu-chi) y es la madre de las energías opuestas que rigen la ley natural (yin-yang).
En relación a esto, el poder de la naturaleza (tornados, agujeros negros, ADN. etc.) se manifiesta en un movimiento espiral que va transformando continuamente el yin en yang y viceversa. Pero en el centro de ese maremagnun de movimiento, existe un punto en calma total, que no se deja llevar por la intempestuosidad del momento, como el ojo del huracán. Ese es el eje supremo (zhong-yong) y es el centro de equilibrio desde el cual se aprende a “balancear los opuestos” en un “supremo equilibrio cambiante” (no fijo) y a eso se refiere el significado del término Tai-chi.
Nunca se ha subrayado suficientemente lo que tras esta explicación salta a la vista, que el término Tai-chi no es ningún arte marcial. El término Tai-chi es la idea que representa el símbolo de bonanza de los peces enroscados. Una idea suprema.
Ahora bien, cuando transferimos ese término a movimientos corporales se llama Tai-chi-chuan. Chuan hace referencia a la “corporalidad”. A la idea hecha carne. Por eso lo correcto es denominar al arte marcial de la idea suprema: Tai-chi-chuan.
Y a la idea que representa: sólo Tai-chi.
Difícilmente sorprenderá que por expresarse coloquialmente se denomine erroneamente Tai-chi al arte marcial desarrollado a base de movimientos lentos. Pero ahora, a la luz de esta linea argumental, sabemos que eso no es para nada lo correcto.
Esta confusión no es mayor que la que observamos en un terreno próximo pero distinto. Nos referimos a la que sobreviene cuando a través del término Chi-kung se quiere dar a entender otra cosa mejor.
Llama poderosamente la atención como muchas personas pretenden con un “envoltorio engañoso” que conlleva, a buen seguro, el auto-engaño de una asunción oculta y tergiversada, ser superiores argumentando que su práctica es Chi-kung, no Tai-chi-chuan. Cuando lo que en realidad no hacen más que dejar bien claro con eso que lo que están practicando es solamente una parte muy reducida del Tai-chi-chuan. Y es esa precisamente la que se refiere al trabajo energético que se realiza paralelamente al desarrollo de cualquier movimiento de Tai-chi-chuan.
Demos cuenta de que a menudo se olvida, o peor aún, se ignora que…
Chi-kung: significa trabajo con la energía.
Chi: energía.
Kung: trabajo.
De modo que, parece fuera de toda discusión en cualquier caso, que lo correcto es decir Tai-chi-chuan cuando nos referimos al arte marcial completo, y decir Tai-chi Chi-kung cuando queremos referirnos sólo a una parte del mismo.
Entonces tenemos el Tai-chi que puede a veces entenderse como Tai-chi-chuan y otras veces como Tai-chi Chi-kung según nos refiramos al aspecto integral o únicamente a una parte de el.
Para concluir y redondear el tema, todo lo anterior se explica, mal que bien en la siguiente concreción:
TAI-CHI “CHUAN” se refiere a filosofia-marcial. Se basa en la aplicación de la filosofía taoista a movimientos relajados unidos a la respiración y el control de la mente y del chi. Dichos movimientos poseen un espíritu combativo que nos inspira y ayuda como camino de vida en el enfrentamiento suave a los problemas cotidianos.
TAI-CHI “CHI-KUNG” se refiere a gimnasia saludable. Basado única y exclusivamente en el movimiento relajado, unido a la respiración y el control de la mente para el desarrollo del la energía interna.
Y para que no quede nada por decir, mi intención con todo esto es ver con mejores ojos y llegar con un corazón más abierto a la comprensión del bello arte marcial que practicamos, a través de descubrimientos clarificantes. Y deseo añadir para terminar, que el verdadero acto de descubrimiento no consiste en salir de nuestra tierra conocida para alcanzar tierras extrañas, sino mas bien, en ser capaz de ver nuestra tierra con ojos cada vez mejores. Con ojos que nos permitan entender y descubrir todo lo que antes permanecía oculto para nosotros.
FELIX BARGADOS
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